Mes del corazón: cómo detectar a tiempo los síntomas de un infarto

viernes, 11 de agosto de 2023

De acuerdo con estadísticas del Sistema de Gestión de Garantías Explícitas en Salud (GES), diariamente dos personas son atendidas en alguna unidad de emergencia de Ñuble a causa de un infarto agudo al miocardio; lo que se traduce en más de 700 personas al año. Por esta razón, es importante reconocer a tiempo sus síntomas y prevenir su ocurrencia.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Chile y en nuestra Región y dentro de estas, el infarto agudo al miocardio es una de las más frecuentes. Esta patología está directamente relacionada con estilos de vida y hábitos saludables, por lo tanto, en agosto, mes del corazón, el Servicio de Salud Ñuble enfatiza la importancia de adoptar medidas de autocuidado.

“En Ñuble durante 2022, de acuerdo con nuestras estadísticas del GES, se registraron 739 casos de infarto agudo al miocardio. Por ello, es clave reducir factores de riesgo como el desarrollo de diabetes, hipertensión, colesterol alto y tabaquismo. Para lograrlo, es fundamental hacer actividad física regular y mantener hábitos de alimentación saludable; evitar el consumo de tabaco y alcohol, priorizar la hidratación mediante el agua en vez de bebidas azucaradas, y disminuir la ingesta de alimentos ultra procesados y altos en grasas”, señaló la Directora del Servicio de Salud Ñuble, Elizabeth Abarca Triviño.

“Por la frecuencia de este problema de salud, su gravedad e impacto en la calidad de vida, está incluido en el GES, por lo que cuenta con garantía de acceso, oportunidad, control de seguimiento y protección financiera”, añadió la profesional.

Otro aspecto relevante es detectar a tiempo el desarrollo de esta patología, en ese marco, el Subdirector de Gestión Asistencial y cardiólogo, Dr. Max Besser Valenzuela, señaló que, “el infarto agudo de miocardio se produce cuando se obstruye el flujo de sangre que llega a una sección del músculo cardíaco. Si el flujo de sangre no se restablece rápidamente, esa sección del músculo cardíaco se lesiona debido a la falta de oxígeno y se produce necrosis, es decir, el tejido comienza a morir”.

“La prevención es clave, pero también el reconocimiento oportuno de síntomas, por ello, ante señales como dolor o sensación de peso u opresión en el pecho, dolor que a veces se extiende a uno o ambos brazos y al cuello o mandíbula; además dificultad para respirar, náuseas, sudoración fría y mareos, es necesario consultar de inmediato al servicio de urgencia más cercano. Es clave reaccionar lo más rápido posible ante estos síntomas para que la persona reciba la atención que le permita salvar la vida y limitar el daño al corazón u otras secuelas”, añadió el especialista.

Cómo cuidar el corazón

La prevención siempre será el mejor y más eficaz consejo para evitar un infarto al corazón. En ese contexto, la recomendación es a modificar factores de riesgo, como dejar de fumar, mantener un peso adecuado, realizar actividad física diariamente, al menos 30 minutos al día y adoptar una alimentación saludable, esto implica reducir el consumo azúcar, sal y grasas, y aumentar el consumo de pescado, frutas y verduras. Todos estos cambios pueden tener un impacto significativo en la salud cardiovascular.

Programa de salud cardiovascular

Entre los factores de riesgo encuentra en desarrollo de patologías como la hipertensión o presión arterial alta, la diabetes tipo 2 y el colesterol elevado. Con el tratamiento farmacológico adecuado, acompañado de actividad física y alimentación saludable, es posible controlarlos.

Por esta razón, en la red se implementa el Programa de Salud Cardiovascular, que se desarrolla en la Atención Primaria. Este busca la prevención, control y tratamiento de usuarias y usuarios diagnosticados con estas patologías. Para acceder, las personas pueden acercarse a su establecimiento de atención primaria más cercano para realizarse el examen de medicina preventiva del adulto y de personas mayores, disponible de forma anual para aquellos con factores de riesgo como sobrepeso, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, y cada 3 años para personas sin factores de riesgo.